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Capítulo 24.

La noche fue tranquila, era de mañana cuando escuchó unas pequeñas carcajadas que lo despertaron.

Abrió los ojos apreciando esta imagen que deseó capturar en fotografía y guardarla para siempre.

Jungkook se encontraba recostado alzando a Jaesung por los aires, el pequeño reía con ambas manitas cubriéndose la boca.

—Mami... —su cachorro se emocionó al notarlo despierto.

Jungkook detuvo el juego para saludar a Jimin, para el alfa no había mejor sensación que esta, ver a su omega despertando, ambos en la misma cama.

—Buenos días Kook, hola Jae.

El pequeño se removió en brazos del alfa que de inmediato lo bajó sentándolo en la cama.

Jaesung gateó hasta estar frente a su rostro, lo palpó sonriendo y besando su mejilla —Mami...

—Hola, bebé. Buenos días Kook, ¿dormiste bien? —Jimin pregunta al tener a su bebé en brazos.

—Sí cariño, gracias, ¿y tú? —pregunta dándole un beso en la frente, Jaesung frunce el ceño.

—Mejor que nunca, gracias —Jimin tomó al pequeño y lo sentó sobre su vientre jugando con sus pies.

—Me alegra, iré a preparar el desayuno, ¿algo especial que se te apetezca comer?

—Lo que tú hagas estará perfecto, Jungkook, permite que nos cambiemos y así te podremos acompañar.

—No, no te preocupes, yo me encargo. Descansa si así lo deseas, pero si quieres ir a la cocina te estaré esperando.

—Gracias —sonríe mostrando sus hoyuelos y Jungkook se siente feliz.

El alfa se acercó a ambos apretando suavemente la mejilla del pequeño, quien sonrió y manoteó al aire intentando atraparlo —Ya regreso pequeño.

Jungkook se acercó al rostro de Jimin dejando un pequeño beso en la mejilla del omega, este sonrió conteniendo las ganas de pasar sus brazos por el cuello del alfa y devolverle el beso.

—Ya regreso, cariño —habló cerca de sus labios.

—B-Bien Kook —respondió nervioso por la cercanía.

El alfa salió de la habitación para dirigirse a preparar un rico desayuno para su omega y su cachorro.

Cuando Jungkook salió, Jimin besó las mejillas regordetas de su bebé —Muy bien Jae, vamos a cambiarnos pequeño —lo levanta recostándolo en la cama.

Ambos estaban casi a la misma altura, el omega delineó el rostro de su pequeño, observó detenidamente sus facciones y este con cada caricia cerraba los ojitos sonriéndole.

—Si eres real, estás aquí, cachorro —apretó suavemente una de sus regordetas mejillas.

El pequeño giró acercándose al cuello de Jimin, especialmente donde estaba la fuente de su olor.

—Si pequeño, yo también estoy aquí bebé —calma dejando salir su aroma. El café y los libros llenaron el ambiente.

Al pasar el rato se puso de pie con Jaesung en sus brazos, aprovecharía y repondría todos los momentos que se perdió durante este tiempo.

Entró al baño con Jaesung en brazos, lo sentó a un lado de su cadera recargándose en una pierna y lo sostuvo con una sola mano mientras el bebé recostó su cabecita en su hombro observándolo por el espejo.

Se lavó los dientes y salió listo para cambiar sus ropas.

—Bien Jae, creo que al rato será buen momento para que tomes una ducha, ahora vamos a alistarnos para ir con Jungkook y poder ayudarlo.

Vistió al pequeño con una camisa blanca con autos de colores, un overol y unos zapatitos azules. Jin y Yongsun compraron muchas cosas de dos tamaños diferentes para asegurarse que el pequeño estuviera totalmente cómodo.

Salieron de la habitación tomados de las manos, Jaesung aún seguía extraño por todo, así que se pegaba mucho a Jimin observando muy bien su alrededor.

—¿Jiji? —vuelve a preguntar buscando a la alfa.

—Ya la veremos cariño, no te preocupes, ¿la quieres mucho cierto? —Jimin siente ternura al ver a su pequeño, entiende que ella lo tuvo por un año y es normal el apego que forjó con la alfa.

Jaesung solo asintió deteniéndose al instante cuando Yongsun y Jin venían a su encuentro, el pequeño sonrió y se ocultó detrás de las piernas de Jimin.

—Buenos días para mis dos amores preciosos —Jin se acercó dando un abrazo a Jimin para después agacharse a la altura del pequeño y hablar—. Estoy seguro de que vi a un bebé muy lindo hace un momento, ¿alfa tú viste a dónde fue?

Yongsun siguió el juego de su omega cambiando su expresión para ayudar en la gran búsqueda —No omega, no vi a donde se fue —la alfa se puso en cuclillas gateando por el piso empezando una exhaustiva búsqueda.

—Es una lástima, le teníamos un pequeño obsequio —Jin hizo un puchero.

El pequeño seguía inmóvil detrás de su mami.

Jin en un fallido, intentó ponerse de pie y perdió el equilibrio cayendo de bruces y lastimándose un poco el coxis.

—¿Jin, estás bien? —Yongsun asomó la cabeza de un lado del sillón donde fingía buscar al cachorro.

—Amigo, por Saturno —Jimin se preocupó apresurándose para levantarlo.

Jaesung salió de su escondite para ir donde el omega, abrió sus ojitos inspeccionando la escena, mientras su mami le ayudaba a recomponerse. Se acercó algo titubeante para golpear la rodilla de Jin.

—Estoy bien Jae, no te preocupes cachorro.

Jaesung se quedó viendo fijamente al omega para asegurarse que estuviera bien. Estaba de más decir que Jaesung es un alfa muy protector.

Yongsun llegó hasta ellos abrazando a Jin y besando su mejilla, Jaesung intentó correr para esconderse detrás de Jimin de nuevo.

Era un pequeño alfa muy tímido.

Jimin lo alzó en brazos y el cachorro se recostó de inmediato en su hombro, su mami dejó un par de besos para calmarlo.

—Es tan tierno, ricitos, me encanta, buenos días Jae bonito —saluda Jin y el pequeño se tapó el rostro con una manita.

—Si es como una pequeña masita, hola pequeño —Yongsun le habló, Jaesung se descubrió sonriendo para cubrirse de nuevo.

—Saluda a tío Jin y a tía Yongsun, Jae —el omega le mostró el saludo, el pequeño alzó su manita saludando moviéndola de un lado a otra—. Nosotros íbamos a ayudar a Jungkook, se adelantó a preparar el desayuno.

—Que bien porque tengo mucha hambre, Yongsun no me dejó comer ayer —se quejó el omega.

Jimin volteó el rostro viendo dudoso a Yongsun.

—No Jimin, eso no es verdad, Jin quería comer en la madrugada, yo me dispuse a buscar lo que deseaba, pero cuando me dijo qué era, simplemente dije que no.

—¿Y qué era lo que deseaba? —pregunta Jimin.

—Yongsun no me eches de cabeza delante de Jimin —reprochó el omega.

—Pero fuiste tú el que dijo...

—Basta alfa, si tú no quieres seguir alimentándome tendré que salir a las horas de la noche en busca de pan para saciar la voraz hambre que nos provoca el bichito este —Jin dramatizó con una mano sobre su pecho y la otra sobre su estómago.

—Basta Jin, yo solo te dije que no te iba a alimentar con tierra —ella vira los ojos con una pequeña sonrisa.

—¿Tierra? —inquirió el ojiverde.

—Calla alfa que se me antojará de nuevo —la reprende.

Jimin rió por la escena que veía, el omega derritiéndose con fingidos desmayos en brazos de su alfa mientras esta intentaba mantenerlo de pie.

Llegaron a la cocina, Jimin cargando a su cachorro y Yongsun cargando a Jin.

—Aliméntame cuñadito precioso, bello, lindo y divino —pestañeó el castaño tratando de ir hasta donde se encontraba el alfa con tostadas francesas, cereales con leche, frutas picadas y algo que parecían galletas en el horno.

—Buenos días Jin, ¿qué cómo dormí? Pues bien, gracias, ¿y tú? —respondió acercándose con la jarra de jugo y algunos vasos para servir.

Jimin bajó a Jaesung para que caminara, el bebé se acercó a Jungkook alzando sus manitas.

—Hola pequeño, ¿tienes hambre?

Jaesung lo vio y sonrió acomodándose en sus brazos.

Jimin y Yongsun llevaban la comida a la mesa mientras Jin preparaba los platos y cubiertos.

—Olvidamos comprar una silla para que Jae se siente a comer con nosotros, Yongsun bella debemos comprar una.

—No, Jin ya es suficiente, ya han hecho mucho por nosotros, es demasiado —intervino Jimin.

—Eso no es verdad, Jimin. Jin y yo deseamos lo mejor para nuestro sobrino —Yongsun le restó importancia.

—Concuerdo, además yo seré el tío favorito de mi Jae bonito, ¿no es así cachorro? —pregunta al bebé que descansaba tranquilo en los brazos del alfa.

Jaesung le vio y luego pegó su cabecita al rostro de Jungkook.

—¡Ay, pero qué cosita más bella, es tan tierno! —Jin aplaudió para hablarle tierno.

Cuando todo estuvo acomodado en la mesa, cada uno tomó su respectivo asiento, Jaesung se quedó sentado en las piernas de su mami mientras comía algunos pedacitos de banano y bebía leche especial para su corta edad.

Al terminar acomodaron y limpiaron la cocina, dejando a Jaesung ir con Jungkook a buscar más de los juguetes que le habían comprado.

Jimin se acercó a Jin abrazándolo, el omega se sorprendió un poco por el acto.

—¿Puedes creer esto? Parece un sueño, gracias, Jin.

El omega lo abrazó fuerte besando su cabello —No tienes nada que agradecer cielo, te tengo un cariño muy especial y ahora con Jae aquí todo se ha multiplicado.

—Yo tengo mucha suerte de tenerlos.

—Y nosotros también, cielo.

—Serás una gran mami Jin, no tengo ninguna duda.

—Me harás llorar, ricitos.

Se separaron del abrazo y vieron a Yongsun muy sentimental observándolos.

—Yo también te quiero, Jimin —ella se acerca intentando abrazarlo.

—Y yo a ti Yongsun, gracias por todo —Jimin se dejó envolver por los brazos de la alfa. Y no pudo creer lo bien que se sentía ser querido.

—Estamos muy orgullosos y pienso que decir que muy felices está de más.

—Ustedes son mi familia, solo espero retribuir un poco de todo lo bueno.

—Ya lo haces Jimin, nos has permitido ser parte de tu vida y no hay mejor pago que eso —sonrió la alfa con lágrimas en sus ojos.

—Tengo algunos planes y espero hacer algo bueno, ya tomé la decisión de cambiar y empezaré con algo que me gusta hacer.

—Hablas de los postres, ¿no? —Jin pregunta.

—Sí, ahora más que nunca tengo ganas de hacerlos.

—Que bueno porque... —el omega vio a su amigo con expresión de disculpa—, y la verdad espero no te molestes, ya compramos muchas cosas para eso —canturreó Jin emocionado—. Yo seré tu mejor cliente, y cuenta con nosotros para lo que necesites.

—Jin no debías hacerlo —Jimin se cubrió el rostro sintiéndose mal.

—Pero quise, al rato te muestro y empezarás con un pastel de chocolate, por favor.

—Bien amigo, muchas gracias —Jimin sonríe, al final no podría discutir contra Jin.

Salieron de la cocina yendo a buscar al cachorro y a Jungkook, Jin tomaba sus utensilios de jardinería para ir a limpiar sus plantas.

El omega se dirigió al jardín y notó a Jaesung siguiéndolo por el pasillo, todos sonreían al ver al pequeño alfa cuidando al omega.

Caminaron detrás de ellos hasta salir al patio. Jin aprovechó la situación y dio un trabajo a cada uno.

Jaesung seguía supervisando que Jin estuviera a salvo en sus tareas, ellos estaban encargados de los rosales y limpiar las malezas invasoras, los alfas de regar las plantas y cosechar las frutas maduras.

Jaesung recogía algunas flores que estaban en el suelo, juntó un puño y las llevó abrazándolas con cuidado, Jimin veía curioso lo que su pequeño hacía.

El cachorro tomó la mano de su mami tirando de ella, lo siguió hasta llegar con ambos alfas.

Tendió una florecilla a cada uno de ellos y ambos agradecieron tan lindo gesto.

—Que lindo y tierno eres Jae, gracias —Jungkook sonríe dejando la flor en el bolsillo de su camisa.

—Gracias, amorcito —Yongsun agradece con la flor adornando la blusa que llevaba puesta.

El pequeño se abrazó a las piernas de su mami, para luego caminar, y cuando estuvo cerca de Jin le tendió un pequeño racimo sonriendo y mostrando sus lindos dientes.

—Qué bello, alfita. Gracias tesoro, están muy lindas —el omega agradeció.

—Oye Jimin... —llamó Yongsun, cuando este le volteó a ver terminó de decir—, creo que tu cachorro se quiere robar a mi omega, a él le dio más flores que nosotros.

Todos rieron y Jaesung siguió con su labor de recoger hojitas secas.

—No seas celosa alfa —el omega le lanzó un beso por el aire.

Jin habló a Jaesung para que lo acompañara a recolectar algunas fresas, las plantas estaban en unas macetas que quedaban perfectamente a la altura del pequeño.

—Bien alfita, esto es lo que hay que hacer, tomas la fruta que esté roja, así como esta y tiras de ellas con mucho cuidado, ¿comprendes?

Jaesung sonrió volteando a ver a Jimin que le animó a realizar lo que el omega decía.

El pequeño estiró la manita tomando una fresa entre sus deditos y haló de ella arrancándola, pataleó sonriendo en grande, mostrándole la fruta a Jin.

—Muy bien cachorro, eres grande, todo un gran lobito.

—Mami... —grita emocionado mostrando a Jimin. El ojiverde le sonríe y felicita.

Jaesung continuó con la labor hasta que se quedó quieto escarbando un poco más en la tierra con sus deditos, con cuidado tiró de eso que llamó su atención.

Levantó la manita mostrando entre sus dedos una lombriz retorciéndose, Jin abrió los ojos, sorprendido, tomó el pequeño animal para regresarla a la tierra.

—Es una lombriz, nos ayudan con las plantas, no la vayas a besar Jae bonito.

Jimin sonrió cuando escuchó los pasitos de su bebé llegar a él. Jungkook y Yongsun se acercaron a ellos y Jaesung extendió los brazos al alfa.

—Vaya que ha tomado confianza contigo, Jungkook.

—Es una dulzura, ¿verdad Jae? —dijo bajándolo para que caminara junto a él sujetando su manita para ir a mostrarle el resto del jardín.

—Se encariñó muy rápido con Jungkook —Jin mencionó viendo a Jimin con ilusión en su mirada.

—Lo sé, es tan extraño.

—¿Cómo te sientes ricitos?

—No lo sé, ni yo entiendo cómo no he caído después de todo lo que ha sucedido. Es decir, ¿lo ves? Él está justo ahí jugando —suspira.

—Si tú gustas podemos hacer algunas sesiones, Jimin, creo que son muy necesarias para ti, hablé con el doctor Kim y está disponible cuando lo necesites.

—Está bien, es que todo es tan frustrante, que ni yo sé qué sucede. Tenía todo este amor no expresado, porque nunca tenemos el tiempo suficiente, no importa si alguien está a tu lado ochenta y siete años, dos años o bien algunos meses, así que me había resignado a que todo este dolor viviera y se quedara conmigo, porque era todo lo que nunca pude decir o dar.

—Sé que es mucho en poco tiempo Jimin, pero ahora ya no será necesario cerrar los ojos para poder ver, y es algo tonto, pero es así, ya no tendrás que imaginar nada porque todo esto es real.

Ambos voltearon al oír una gran carcajada que dio el pequeño mientras corría detrás de Jungkook intentando alcanzarlo —Mamiiii... —Jaesung gritaba observando a Jimin.

—Espero que la vida le devuelva un poco a Dongwoo todo lo que ha ocasionado, mi bebé también sufrió mucho.

—Tenlo por seguro ricitos, todo lo que haces en esta vida se devuelve, ya sea malo o bueno, igual creo que Jungkook le dio algo de su merecido.

—Lo sé, espero se aleje y se olvide de nuestra existencia... Daebin me dijo que intentara estar en mi forma lobuna, pero no me siento preparado para eso.

—Hazlo cuando lo sientas necesario.

Jungkook caminaba con Jaesung en brazos hasta llegar a ellos.

—Gracias Kook, pienso que es hora de un aperitivo para mi pequeño cachorro —Jimin lo tomó en brazos para ir a la cocina por algo de comer. Jaesung se pegó a su mejilla llenándola de besos y caricias.

—Límpiate la baba, Kook —Jin se burló de la tonta expresión del alfa.

—Son tan hermosos Jin, estoy enamorado de Jimin y Jae se ganó mi corazón.

—Se nota que el pequeño te aprecia, ¿por qué no continúas con la propuesta del cortejo?, ahora le caería muy bien, todo ha sucedido tan aprisa que perdimos los avances que ustedes han tenido.

—Lo sé, no creas que he olvidado eso. Tengo miedo que ahora ya no me quiera más —se sinceró el alfa.

—Imposible, Jimin se apegó más a ti. No seas tonto.

—Mi alfa también, justo ahora está algo inquieto por no tenerlo cerca.

—Entonces, continúa Jungkook. Ustedes dos se merecen.

—Nosotros tres —corrigió el alfa, incluyendo al cachorrito.

—Aún estoy esperando tu declaración para saber tus intenciones con mi bebé, no supongas que por ser el hermano de mi sexi y hermosa alfa tendrás privilegios —se cruzó de brazos.

—Mis intenciones son simples Jin, lo quiero para toda la eternidad, en esta vida y en todas las posibles.

—Bien —el omega se acercó besando sus mejillas, estaba a punto de llorar—. Tienes mi bendición, ve y sean felices, deja que tu instinto te guíe ahora —sonrió enternecido sabiendo que Jungkook mantenía en régimen a su alfa, lo dijo desde que conoció a Jimin para no abrumarlo con lo sobre protector y territorial que era.

—Compraré algunas cosas que les quiero dar, mi cortejo será para los dos, quiero que Jae me acepte igual.

—Créeme que ya lo hace.

Yongsun se acercaba con el ceño fruncido guardando su celular en la bolsa de su pantalón.

—Era Yoongi dando los informes para regresar al trabajo, Solji habló con él al igual que Hoseok, la omega que fue rescatada también brindó cosas importantes, mañana tendremos que continuar. No sabemos qué pasará después de todo.

—Me imagino que Dongwoo no estará muy contento, debemos estar más alertas —Jungkook respondió con el ceño fruncido.

✧✦✧

El día terminó y todos se dieron las buenas noches, Jimin se encontraba en su habitación con Jaesung acostado en un rincón de la cama, el pequeño dormía en total tranquilidad, pero el omega estaba un poco ansioso. Amó el sentimiento de arroparlo y cambiarle la ropa, llenarlo de besos y sentir las caricias de su bebé. A pesar de todo, se sentía muy inquieto.

Se puso de pie colocando las almohadas marcadas con su aroma alrededor de su bebé para evitar un incidente. Salió de su habitación con el corazón martillando en su pecho por lo que estaba a punto de hacer.

Parado frente a la habitación del alfa, dio bocanas de aire para dejarlo entrar bien en su sistema.

Alzó su mano para dar unos golpes a la puerta cuando Jungkook abrió y vio muy sorprendido a Jimin. En realidad también se dirigía a buscar al omega.

—Cariño, ¿todo está bien? —pregunta.

—Si Kook, no te preocupes, es solo que me preguntaba si tú, bueno, solo si tú quisieras ir y acompañarme en la cama... digo ir a dormir, ¡ay, soy un desastre, olvidado! —terminó con sus manos tapando su rostro.

Jungkook se acercó quitando sus manos para descubrirlo y ver esos ojos verdes que le hacían perder la cordura.

"Deja salir tu instinto" recordó las palabras de Jin.

—Jimin —llamó—, es lo que más deseo —puso sus manos sobre la pequeña cintura del omega, acercándolo a él.

El ojiverde sonrió en grande rodeando en cuello del alfa en un abrazo.

—Gracias, Jungkook.

La luz de la luna calaba a través del gran ventanal, ambos iluminados bajo la noche estrellada que se apreciaba a plena vista, la brisa nocturna y la frescura del ambiente dieron el toque perfecto al momento.

Al separar su abrazo, movió su cabeza lentamente hasta quedar frente a frente. El alfa tomó su rostro en manos, sus respiraciones rozaban la piel del otro.

Jungkook desvió la mirada de sus ojos a sus labios.

—Eres tan hermoso, bebé —sonrió viendo con detenimiento cómo Jimin se fijaba en sus labios.

Jimin acercó un poco más su rostro sin decir alguna palabra, él y su omega deseaban poder posar y sentir los labios de su alfa y Jungkook fue quien selló el deseo hecho silencio, subrayando la finura con sus voluptuosos labios, como un pacto eterno.

Saboreó el alma a flor de labio, aspirando el deseo de vivir posado sobre la piel del omega.

Ambos lobos aullaron en sus pechos concretando lo que el destino había escrito, un beso.

"OMEGA"

"ALFA"

Al separarse pegaron sus frentes riendo como adolescentes, Jungkook picoteó un par de veces más los labios de Jimin, deleitándose en el sonrojo de su rostro —Moría por hacerlo, gracias por permitirlo, omega —besó su mano.

—Yo también lo deseaba tanto, gracias Kook —Jimin besa la comisura de sus labios y suspira atreviéndose a dejar un pequeño beso sobre su boca.

Jungkook sonríe y lo abraza llevando su rostro a su cuello.

Caminaron hasta llegar a la habitación del omega, viendo al pequeño dormir.

Se recostaron en la cama cerca del cachorro, Jungkook pegó su pecho a la espalda de Jimin pasando su brazo para abrazarlo por la cintura. El ojiverde se aferró al brazo de su alfa —Siempre me pregunté qué se sentiría esto —suspira.

—¿Qué cosa, amor?

—Estar acurrucados, tú superaste todas mis expectativas, Jungkook, sentirse querido, apreciado, cosas tan simples como ser la cuchara pequeña.

—Ay bebé, siempre he sentido esto, pero temía asustarte. Quiero demostrarte todo lo que vales y acompañarte en toda la vida para que tú también lo sepas.

—Gracias, Jungkook, eres muy lindo. Yo me esforzaré para ser merecedor de ti.

—Así eres perfecto, trabaja para ser feliz, cariño, eso es todo.

Jimin da un fuerte suspiro —Gracias, Jungkook.

Besó la nuca del omega y luego su hombro —Feliz noche amor —libera su aroma, al igual que Jimin, los destellos del olor de Jaesung se percibían. Una sonrisa de sueño se asomó en su boquita.

Jimin enroscó una de sus manos en los dedos de Jungkook —Descansa Kook.

Y ahí estaba la combinación perfecta, una mañana perfecta para leer un libro acompañado de una taza con café.

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